Vivimos en un mundo donde, desde antes que naciéramos, estaba previsto que seriamos pasivos participantes de una sociedad, en la cual las grandes soluciones están lejos de nuestras manos y que no nos plantearíamos que queremos y esperamos de la sociedad. Para esto, diariamente nos van bombardeando en forma indiscriminada desde distintos sectores lo que quieren que escuchemos o digamos, nos van acorralando hasta que cedemos y así nos encontramos tarareando algún tema que odiamos, o repetimos alguna muletilla de algún famoso sin querer.Y si. La pregunta sigue siendo, ¿porque hay tantos jóvenes que se emborrachan, agreden y no respetan?, es porque la sociedad (léase padres, maestros, policía, políticos, medios, etc.) no les dan ninguna repuesta válida. Es que la sociedad cree (creo) que sólo los tiene que tener entretenidos para que no piensen en otras cosas, porque no están preparados ni capacitados para nada, para eso están los adultos. Pero se olvidan que la juventud es una etapa de la vida en las que las preguntas acerca de porque estamos en este mundo y en este lugar, están en cada poro de la piel; y que sólo la libertad y el crecimiento del individuo se dará en la medida que estas preguntas sigan floreciendo en el alma de cada joven.
De esta misma forma me pregunto ¿esto tiene solución? Los cambios verdaderos, irreversibles, surgen del individuo que cambia para crecer (porque el crecer sin cambios solo se acentúa los vicios). Sólo el ser humano libre es capaz de elegir a que lugar pertenece y a su vez implementar cambios sociales. Pero ser libres no implica solamente tener más derechos de expresión, sino expresar (sacar de adentro para afuera) lo que uno siente y para eso primero hay que ver que llevamos dentro.
