el hombre de gris

“Un minuto que pasa es irrecuperable. Sabiendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas?” - Gandhi.-

No tengo tiempo… es la frase mas escuchada. Como es posible no tener tiempo en esta sociedad en la cual esta todo planificado para que dispongas de momentos recreativos o hacer cosas que uno desea. ¿a donde se va ese tiempo que nos falta?

Hace algunos años leí un libro de nombre “Momo”, es un pequeño cuento infantil escrito por Michael Ende. En este cuento existen hombres que te roban el tiempo y son idénticos a nosotros, no se puede notar nada raro en ellos, pero son personas que te roban valiosísimos segundos, minutos, horas y hasta días . Aunque tan fantástico como suene, existen.

En ese momento me dije que no haría lo que la gente grande solemos hacer, sacrificar todo para nunca tener tiempo y disfrutar. Es muy triste que hoy tenga que decir; no he podido leer el libro que quiero, no tengo un minuto para ver a mis amigos, no puedo hacer lugar para cuidar mi jardin, no he podido sentarme a escribir… ¡no tengo tiempo!

Así que, esto es lo que voy a hacer, Sí algún hombre gris lee esto, le digo que quiero cancelar mi contrato. No quiero que me quites ni me robes mi tiempo. No quiero ser uno más entre los que no pueden vivir su vida, solo porque no tengo tiempo.

el amor es lo que brota de lo cotidiano

Creo que el verdadero amor aparece después de la pasión, el amor real surge de lo cotidiano, el amor eterno es aquel que brota de los días rutinarios, como así lo demostraron algunos no tan sabios en conocimientos, pero si de corazón, cuando vivieron amándose hasta que el "Supremo" dijo suficiente y fue suficiente… aunque para los conocidos fuera demasiado.

No pensaban si mañana se iban a querer como hoy. Hoy se querían como si no hubiese mañana, porque el futuro era algo desconocido y como todo lo desconocido… no tuvo límites.
Y sabes que no hay causa alguna para reirte de los que murieron de amor
Y sabes que no hay gracia alguna en sentirte sin amor en medio de los vivos.

Pero sin embargo, y no sé porque, siempre al fondo de este maldito túnel hay una luz, a la que acudimos porque nos imaginamos amigos en rueda, tomando mate al lado del malvón y con un atrapante olor a torta fritas en el aire y sabes (sabemos) que siempre va haber un mate con una mano extendida detrás, esperando que nos acerquemos. Y si, eso es amor.

PERMISO DE VOLAR

Todos, en algún momento, debemos desactivar nuestros propios mecanismos represivos, para poder gozar de esa libertad que tanto ansiamos. A diferencia de las generaciones anteriores a los '80 que sufrieron esa modorra morbosa impuesta en épocas de dictaduras, impiden que la libertad de pensamiento y acción, aún hoy, no dejen de constituirse en actividades delictivas. En la actualidad los individuos que intentan emprender el vuelo de su vida, lo hacen alejándose de los paternalismos sin miedos a la libertad.

Pero vos, cuando decidís emprender a volar por tu cuenta, a tener tu propia autonomía de vuelo… te das cuenta que tenes que tener un permiso de vuelo, (que es otorgado por la sociedad y que dicho en lenguaje común, te permite hacer algunas actividades limitadas, restringiendo tu libertad a ciertas pautas establecidas… Es molesto ver la incertidumbre y el terror apoderándose de los individuos, haciendo de ellos seres que reaccionan por instinto, por acostumbramiento, vacíos de cuestionamientos y desafíos, desprovistos de alternativas de vida, empequeñecidos por los distintos factores de poder.

Por ende, al momento de despegar, es lógico que vacilemos a entregarnos a un mundo que nos plantea la orientación y el significado de la vida. Es decir, vos recorres tu camino pero no sabes porque. Volas porque te dejan, pero lo haces en vuelo errante sin poder avistar destino. Y esto es, porque todo el mundo sabe que es lo mejor para vos. Y esto, como quien dice, implica cortarte las alas. y Chau vuelo, a devolver el permiso de vuelo.

Aprendi

En este día lunes cumplo un año mas y me descubrí comenzando cosas nuevas, descubrí que todavía sigo aprendiendo con las mismas ganas y la misma curiosidad de cuando era niño.

Y en este absurdo balance descubrí que todos los días comienzo una vida nueva y que sigo descubriendo cosas (que siempre estuvieron ahí) pero nunca las había notado.

Descubrí que sólo porque alguien no me ama de la forma que quiero, no significa que no me ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo... Aprendí que no importa en cuántos pedazos se te parta el corazón, el mundo no se detiene para que lo arregle.

Después de un tiempo uno aprende la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprendí que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Empecé a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comencé a aceptar mis derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprendí a construir hoy todos mis caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Aprendí que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, empecé a cultivar mi propio jardín y decorar mi alma, en vez de esperar que alguien me traiga agua y flores, cortinas y regalos
Recién estoy aprendiendo a saber lo que realmente puedo soportar; que soy fuerte y que pudo ir mucho más lejos de lo que pensaba cuando creía que no podía más.